Pluralismo
Creemos en una sociedad en donde las personas sean dueñas de sus vidas y en que nadie esté obligado a sacrificar sus valores o creencias por imposición del Estado o de cualquier otro grupo de poder. Todos deben contar con la posibilidad de escoger su forma o estilo de vida sin más condición que el respeto por los derechos ajenos. En consecuencia, rechazamos toda forma de discriminación arbitraria y de incitación al odio contra algún individuo o grupo de personas.
Cultura
Valoramos y respetamos toda forma de manifestación cultural o expresión artística, y consideramos que nuestro patrimonio cultural debe ser un elemento central de nuestra sociedad que es necesario proteger y promover.
Medio Ambiente
El desarrollo económico debe ser sustentable. Para tal efecto, promoveremos una cultura de protección de nuestro medio ambiente y un uso racional y responsable de nuestros recursos naturales, consistente con nuestra responsabilidad de hacer posible una vida de calidad para las siguientes generaciones. Somos partidarios de fijar reglas y procedimientos claros para que el impacto de la actividad económica sobre el medio ambiente sea mitigado y compensado.
Regiones
Consideramos que la desconcentración del poder es necesaria también a nivel territorial. Así, es de vital importancia generar las condiciones para contar con gobiernos regionales y locales fuertes, y con regiones más autónomas y responsables de las decisiones que las afecten. Por tal motivo, estimamos que ellos deben contar con las atribuciones y disponer de la porción de los recursos públicos necesarios para hacer posible una efectiva descentralización administrativa.
Emprendimiento
Consideramos que el emprendimiento y la innovación, basados fundamentalmente en la iniciativa privada, son la base de una economía libre y abierta al mundo, y son complemento fundamental de una sociedad basada en la confianza en las personas. A su vez, una economía libre es la única vía para alcanzar un crecimiento económico vigoroso y sostenido, que es fuente insustituible de prosperidad y equidad.
Derechos Humanos
Los derechos humanos son la base de toda convivencia civilizada y la barrera que nos protege del abuso del poder estatal. Su respeto por parte de los gobernantes, especialmente en el caso de las libertades fundamentales, es condición para la mantención de la legitimidad que el ejercicio de la soberanía popular les confiere. Consecuente con lo anterior, condenamos sin ambigüedad a todo tipo de dictadura y a toda violación de los derechos humanos y consideramos inadmisible toda justificación de ellas.
Estado
Entendemos el peligro de la concentración de poder. Pensamos que el Estado debe tener un tamaño y unas atribuciones limitadas, de modo de evitar que use el poder coactivo que le hemos confiado para interferir excesivamente en nuestras vidas. A la vez, debe ser suficientemente vigoroso para garantizar lo imprescindible para una vida digna, sin fomentar la dependencia de su ayuda, asegurar la existencia de servicios públicos de calidad accesibles a todos y resguardar la transparencia y competitividad de los mercados, evitando todo tipo de abusos.
Provisión de Bienes Público
Consideramos que el papel fundamental del Estado en la provisión de bienes públicos se enriquece mediante la participación de la iniciativa privada en ella, pues de ese modo aumenta la competencia, se incrementa la libertad de elección y surgen incentivos para la calidad y la eficiencia. Esto es especialmente relevante tratándose de la educación, ámbito en que la diversidad de las opciones disponibles es decisiva para el pluralismo propio de toda sociedad libre. Las políticas públicas han de velar porque esta libertad de elección esté realmente al alcance de todos, especialmente de las personas con menos recursos.
Democracia
Creemos que una democracia liberal y representativa es claramente el mejor sistema de gobierno, pues es el único capaz de garantizar el respeto de la libertad individual, de conciliar los intereses de gobernantes y gobernados y de hacer posible el cambio pacífico en el contexto de instituciones estables. Consideramos, asimismo, que esas instituciones deben estar sujetas a un constante perfeccionamiento a través de las reglas que ellas mismas prevén, teniendo como norte su legitimación social y una mayor eficacia gubernativa.
